Descubre Argelès-sur-Mer y sus alrededores
En el corazón de la hermosa región de Occitania, date un respiro de sol en Argelès-sur-Mer.
Empieza el día paseando por el Paseo Marítimo entre palmeras y pinos hasta el puerto deportivo. Las calles peatonales están llenas de tiendas artesanales donde encontrar un recuerdo antes de almorzar en una terraza frente al mar. Prueba especialidades típicamente catalanas como las rousquilles, el jamón serrano o los crujientes de Saint-Paul. ¡Una delicia!
¿Quieres respirar aire libre? Camina o pedalea por el Sendero Litoral. Desde la playa del Racou, el recorrido bordea el mar y desvela paisajes naturales y salvajes con vistas impresionantes al Mediterráneo.
Tus vacaciones en nuestro camping de Argelès-sur-Mer se viven sobre todo con los pies en el agua. Los amantes del descanso aprovechan los siete kilómetros de playas para broncearse. Las familias adoran especialmente la playa Central, en la Explanada Charles Trenet, por sus aguas turquesas donde los niños pueden nadar con seguridad mientras tú te relajas en la arena caliente. Un poco más lejos, la cala del Porteil ofrece un entorno más íntimo para un baño tranquilo.
Para alargar el día, inicia alguna actividad de deportes náuticos y descubre la costa desde otra perspectiva. Mantén el equilibrio sobre una tabla de paddle surf o recorre en kayak los acantilados de reflejos dorados. Los más curiosos se atreverán con el submarinismo en la Reserva Marina de Cerbère–Banyuls para observar la riqueza de los fondos marinos.
El entorno natural alrededor de tu camping en Argelès-sur-Mer
A poca distancia de tu camping en Argelès-sur-Mer, las ciudades históricas y las estaciones costeras catalanas revelan un patrimonio increíble.
Tras una tarde en las playas de la Côte Vermeille en Torreilles o Canet-en-Roussillon, descubre la belleza de Collioure. Este pueblo de calles empedradas y casas coloridas respira arte y dulzura mediterránea. Tiendas gourmet y galerías de arte jalonan tu paseo hasta el puerto, dominado por su emblemático campanario. En los muelles, las barcas catalanas rojas y doradas se mecen suavemente mientras el aire salino llena las terrazas.
A pocos kilómetros, Perpiñán te sumerge en la cultura de la lengua de oc. ¿Quieres ganar altura? Sube los 142 peldaños del Castillet, la antigua prisión de la ciudad, para disfrutar de una vista panorámica sobre los tejados anaranjados. El Hôtel Pams te cautivará con sus frescos y su vestíbulo de mármol, mientras que el Palacio de los Reyes de Mallorca testimonia el antiguo poder del reino.
¿Te apetece recorrer el interior? Reencuéntrate con la naturaleza ante las vistas de la cadena de los Pirineos de Ariège, la llanura del Rosellón o la Montaña Negra desde los castillos cátaros. En el Castillo de Peyrepertuse o en Quéribus, en Cucugnan, incluso podrás fotografiar el Canigó.
¿Te gusta el senderismo? Sube a Vinça o al Pico del Canigó antes de explorar los paisajes de la Cerdaña o el Vallespir.