Vacaciones llenas de actividades en plena montaña
Bajo el sol del verano o bajo su manto de nieve invernal, las familias adoran irse de vacaciones a la montaña. Desde su camping en los Alpes, relájese en la orilla del lago de Serre-Ponçon en las playas de Embrun, Chorges, Les Crots o Le Rousset. Verdadero orgullo de los habitantes, el lago se descubre a su ritmo con excursiones a pie, en bicicleta o en BTT. Entre los pinos, siéntese cómodamente en una roca y lance la caña en busca de una trucha viva.
¿Con ganas de emociones? Practique sus actividades favoritas, como kitesurf, kayak, donut remolcado o windsurf.
Para variar, explore los grandiosos panoramas del Col d’Izoard o del Col du Lautaret, el Domaine de Charance, la Ciudadela de Vauban o el Mont Blanc. En el circo de Morgon, además, disfrutará de una vista panorámica impresionante sobre los lagos de Savines y Serre-Ponçon.
Descubra los alrededores de su camping en los Alpes
En la encrucijada de Altos Alpes y Alpes de Alta Provenza, los Alpes están llenos de encantos y tesoros para vivir a lo grande. Un inmenso terreno de aventuras entre espacios salvajes y preservados cerca de su camping de 4 estrellas.
Durante su estancia, comience su recorrido en el Parque Natural Regional de Queyras. Allí podrá observar la fauna y la flora como nunca antes. Manténgase atento: quizá vea una marmota salir de su madriguera o un águila planear en el cielo.
¿Quiere respirar aire puro de montaña? Pasee por la ciudad medieval de Embrun y luego diríjase a la abadía de Boscodon. Su bosque es famoso por tener el aire más puro de Francia. Continúe su exploración por los glaciares de gran altitud, ascendiendo a las cimas de Ailefroide, Dormillouse o Pré de Madame Carle.
En el entorno protegido del Parque Nacional de Écrins, el agua da forma al paisaje con fuerza y elegancia. En Les Vigneaux, un pueblo al pie del Mont Brison, viva la intensidad de los deportes de aguas bravas con una sesión de barranquismo. Póngase el traje de neopreno, láncese al agua y desafíe los rápidos. Deslícese por las rocas, sumérjase en pozas cristalinas y sienta toda la fuerza de las montañas.
Tras un día de aventuras, nada mejor que una pausa gastronómica. Siéntese en una posada de montaña y comparta una raclette o una fondue.